Desde hace un año he ido a todos los cursos, charlas, talleres y conferencias habidas y por haber de mi localidad. Ah ¿que no os había dicho de dónde soy? de Lanzarote. No quería decíroslo para que te imaginases que puede ser tu pueblo, tu ciudad, tu provincia; que puedes ser TÚ. Para que así no se te ocurriese pensar: "ah, sí, claro, así ya podrá, como vive en un sitio grande y con recursos...". No voy a poner Lanzarote mejor ni peor de como es: una isla con 140.000 habitantes, Ikea y Lidl; no tiene nada más, ni nada menos. No tiene Mercadona, ni Carrefur (ya sé que se escribe Carrefour, pero a mí me gusta más así), ni Macro, ni Corte Inglés, ni na; lo juro por Snupy.
Antes he remacado la expresión "ni nada menos" porque lo que es una desventaja, yo lo voy a convertir en ventaja. Aunque estoy en contra de tanto conferenciante de Autoayuda que sólo se ayuda a sí mismo, sí estoy intentando seguir algunos de sus consejos y ver el vaso medio lleno en vez de como lo he visto desde hace años medio vacío.
Volviendo al tema anterior, ya soy un veterano en todas las reuniones de emprendeduría de mi pueblo. Hay más, hay otros que también son veteranos, nos llevamos estupendamente y sacamos todo el jugo a las reuniones; estamos pensando en crear una empresa de figurantes en conferencias y cursos o una ong en plan Emprendedores sin fronteras (es broma).
Pero todas estas reuniones me han venido de maravilla; si ya no para aprender a saber cómo se hace la contabilidad de un pequeño negocio (que era lo yo creía que necesitaba), al menos sí para animarme a emprender; apoyo moral, subirme la autoestima, saber que hay más personas en mi misma situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario