No os voy a contar el madrugón a las 6 de mañana, la carrera al aeropuerto a las 7 (da igual si vas con tiempo de sobra, siempre es una carrera), el vuelo de las 8 (que salió tarde), coger una guagua (9:30) a la central de San Telmo, coger otra guagua (10) hasta la dichosa feria, para llegar a las 11.
Uno por uno paro en todos los puestos (me cuesta llamarlos "stands"). No les engaño, les digo que voy a ir a todos, o sea que no se asombren si me ven en el siguiente preguntando lo mismo. No había muchos "stands", la verdad es que aquello era pequeño, pero me los curré a todos.
Muy buenas palabras pero nada más. Me esperaba conseguir unas cuantas hojas de tarifas generales y otro montón de tarifas específicas pero la cantinela era solamente "tenga nuestra tarjeta, llámenos o mándenos un correo". Joder, eso ya lo podía haber hecho desde casa.
A la vuelta, otra guagua a San Telmo (El Hoyo) y otra al aeropuerto. Sólo me traje un montón de folletos y tarjetas y un dolor de pies.
Es curioso que cuando te piden una tarjeta, el CIF, la dirección de la empresa o cosas así y les dices que estás haciendo el plan de negocio y el estudio de mercado, dan un paso para atrás y ya te tratan como a un crio, te ofrecen un caramelo, un llavero o una pulserita corporativa y pasan de tí y se ponen a hablar con algún amigo. A punto estuve de perder los pocos modales que tengo y decirles un par de cosas.
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